domingo, 20 de noviembre de 2011

Do, re, mi, la.

Cuando veo a alguien tocando, cualquier instrumento, pero en especial el piano, no sé por qué pero me quedo embobada, con una sonrisa inconsciente en la cara. Dan ganas de echarse a volar, bailando al son de las notas, y olvidarse del resto del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario