lunes, 16 de mayo de 2011

Modas sin sentido

Fíjense ustedes: yo comencé escribiendo poesía, como todo el mundo. Pero esto es ya muy extraño: que todo el mundo escriba poesía. Parece lo más espontáneo, lo más inmediato, lo más natural; sin embargo sabemos que no tiene nada de espontáneo, ni de inmediato, ni mucho menos de natural. A lo cual debemos añadir que una actividad tan extendida carece, sin embargo, de relevancia social; leen poesía doscientos poetas que cada año escriben doscientos libros para doscientas editoriales que sólo conocen doscientos poetas.

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